febrero 13, 2011

Del Sonido del Aire

Photo by Nenad Saljic*
Cuando éste -el aire- suena repican los sueños, esperanzas y anhelos. Trae consigo vientos nuevos, con viejos encantos y futuros cambios; demuestra la sabiduría de que está hecho, cantando sin boca, moviéndose sin piernas, amando sin corazón.

Es libre del norte al sur, y les lleva a los 'no tan libres' coros de redención. Sabe ser frío para calmar temperamentos, sabe ser tibio para tratar al indeciso, sabe ser cálido para derretir temores. 


Suena sin prisa y sin compás, -quizás- sin alegorías hipnóticas, tan solo con deslumbrantes notas que llegan sin avisar. Mal pensado es como tempestad, mas al cerca mirar podrás notar que divino es su ser, y su canto tan angelical.
Photo by Zhang Yizhon*

Escucha atento lo que te dice, pues lleva mensaje mío consigo:

"Que de norte a sur se sepa
eres a quien yo más estimo,
y que de este a oeste se escuche
mi latido que por ti está enloquecido"

Será entonces cuando los vientos cesarán, momento en el que la danza de los árboles también se detendrá, para así poder observar cuánto te amo en realidad.


- - - - - - - - Con todo el cariño, aprecio, afecto, dedicación y amor para mi Señor, que me soporta, me consiente, me regaña y por ende me ama; Almazo, feliz semana. 
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*Both pictures taken from the National Geographic Official Web Page, 2011 CopyRight

febrero 11, 2011

Apelando al Pasado (Relativismo de Soledad)

Desde mis barrotes aprendí  
que me ama la sirena que vi,
 su canto es muestra del amor
 regresa a mi corazón su esplendor.
 Vivo para mi aventura
 aquella que en mí perdura,
 en el tiempo de historia
que engrandece mi memoria.

En un momento de plena soledad, donde me acompaña el sonido de la música que amo, el son de mis gatos al jugar y mi muy intrincada mente, en ese pequeño lapso comienzo a pensar en el pasado. Un tiempo previo lleno de mil maneras de relajarme, tiempo en el cual disfrutaba una tarde sin necesidad de revisar el reloj y, por lo tanto, no corría presuroso a algún lugar por temor de llegar tarde. Sólo estaba, como un árbol o una piedra, por gusto de ser. 

Cierta personita me dijo un día que era preciso vivir con intensidad cada minuto, pues -desde su perspectiva- no hay mucho tiempo. Empero, ¿qué intensidad recibe una vida que no quiere remembrar el pasado? Poca, digo yo. El pasado ha forjado nuestro presente, dicho esto, no debemos obviar las cosas que hicimos, dijimos, comimos o que no logramos; asimismo, el tener presente las fallas que tuvimos o que tuvieron para con nosotros es bueno, coadyuva a nuestro ánimo de superación.

Pero quizá no todos estamos preparados para eso, existe la probabilidad de que nuestra mente no quiera recordar porque aún duele, porque aún se experimenta la tristeza, la extrañeza, indiferencia, decepción, el sentimiento de pérdida o culpa... No podemos -queremos- recordar porque no sabemos perdonar. 

Personalmente  me cuesta trabajo perdonar, lo admito, pero una vez que lo hago no tengo mayor problema con recuperar los hechos que alguna vez me molestaron. Igualmente, mi enorme ego impide que me de cuenta que no todos son como yo y que, si bien ya han perdonado, no es de su agrado el hacer una retrospectiva y traerla al presente -mi error-.

¡Ja! Tantas peleas que pude haber evitado... 

febrero 09, 2011

¿Cuántas cervezas se necesitan para....?

Existe un paradigma social, que habla sobre la valentía que le otorga a algunas personas el haber consumido alguna(s) bebida(s) alcohólica(s); en este caso tomaré, como ejemplo, la siempre oportuna (y barata) cerveza. Líquido maravilloso, y citando a un amigo es "la bebida de los dioses"... quizá tenga razón, pero esa es otra discusión. 

Esta noche mientras venía camino a casa, mientras veía transitar a miles de personas quienes hacían diferentes cosas como caminar, correr tras un camión, atravesar una avenida, tomar a alguien de la mano, hablar por celular, mirar a alguien con detenimiento, o que simplemente estaban ahí, mientras eso y más sucedía yo me cuestioné: ¿cuántas cervezas se necesitan para lograr que alguien se arme de valor para hacer X cosa que no haría en un estado sobrio?

Además de eso, me surgió la duda si en verdad es "valor", o simplemente es un pretexto que se usa para hacer esa X cosa. Suponiendo que sea la primera situación -que te ponga valiente- ¿cuántas cervezas se necesitan?

Mi primera teoría es que el número de cervezas necesarias es directamente proporcional a la magnitud de la "pendejez" que estés a punto de cometer. Aclarando que no siempre es una "pendejez", pero la mayoría de las veces lo es. 

Y debido a mil cosas que me sucedieron previo a venir a mi casa, surgieron más preguntas, las cuáles ya no son del todo "pendejadas":

¿Cuántas cervezas se necesitan para dar una disculpa?
¿Cuántas cervezas se necesitan para darte cuenta de un error?
¿Cuántas cervezas se necesitan para aceptar las disculpas?
¿Cuántas cervezas se necesitan para desviarse de una conversación?
¿Cuántas cervezas se necesitan para disimular un llanto? O
¿Cuántas cervezas se necesitan para llorar sin restricciones?

¡Oh! Más complicadas se volvieron, y mi frustración fue no poder contestarlas, y ver que, muy probablemente, necesitaba unas "muchas" cervezas para contestar mis preguntas...



febrero 07, 2011

Cero y van 5 (¿Creo que van 5?)

¡Sí! Es difícil comenzar, no importa qué sea, es difícil; puede ser un ensayo, una carta, una pintura, una clase, un poema, una línea, una frase, una disculpa, un proyecto o, entre muchas miles de cosas más, una vida en pareja.

    Ésta última "cosa" es en particular complicada, pues trata de conjuntar dos mundos, dos universos... dos personas. Es imposible, entonces, pensar esa vida en pareja sin discusiones, peleas o argumentaciones; sería una relación tan plana que parecería una poesía mal escrita, aburrida en todo sentido.

    Aunque complejo el inicio, el tiempo se encarga de ir colocando las piezas en su lugar, logrando un poco de paz, estabilidad y concordancia entre ambos. No hay una duración específica de esta etapa, pero resulta interesante el proceso.

    Coincido con la idea que las peleas no son la mejor forma de conocer a alguien; cierto es, pero algunos hemos nacido con un temperamento digno del infierno y que ni el infierno mismo puede calmarnos.

    Continúa sorprendiéndome el hecho que el tiempo pasa inadvertido cuando estás con alguien que estimas, que quieres, que amas. De un instante a otro, presuroso ha pasado otro período con esa persona. Te das cuenta, en cierto punto, que ya han compartido tres días, una ó dos semanas, cinco meses quizás; y aprecias las variadas formas que se han manifestado el cariño mutuo. 

    Notas, asimismo, que han ido evolucionando juntos, que ya no es complicado reír sin motivo, que ya es menos lo que se habla porque es suficiente verse para saberse entendidos; que los abrazos adquieren nuevos significados y los besos... esos aumentan su trascendencia y declaración.

    Complicada situación el inicio, pero una vez "encarrerados" ¿Qué puede detenerte? ¡Oh! Ya tengo más por escribir....

"¿Quién puede aguantar la prueba? ¿Quién puede aguantar tempestad si no es amor de verdad?"

febrero 03, 2011

Del Abrazo y la Sonrisa

De entre mil horrores
que provocan desgaste
y queman lo esculpido...
De entre dos sabores
que renuevan el disparate
y consumen lo aburrido.

El abrazo es mi fantasía,
la sonrisa es de ello una premisa.

Sin sentido lógico actúa,
nuestro arrebato de perfecta locura.

Es un ministro ostentoso,
de amor, pasión y un toque sexoso.
Diverge del aire, 
es nuestro sentimiento poderoso;
rendimos cuentas a nadie,
porque somos sólo el uno del otro.

Y entre tu abrazo y sonrisa,
detrás del tiempo pero sin prisa;
compás atento al presente,
mil besos que inunden tu frente.

De un Verso de aire caliente,
entre sabor de nube y de dulce;
mi reposo nos conduce
al cielo de mi disparate.

Contando...